La toxicidad por metales pesados
Los metales pesados están entre las sustancias más tóxicas para el organismo. Estas sustancias se encuentran naturalmente presentes en el subsuelo, sin embargo la industrialización ha favorecido que estos metales se encuentren ahora dispersos en el agua, el aire y la tierra, y alcancen fácilmente nuestros organismos a través de la alimentación y diferentes productos de consumo.
La acumulación de metales pesados en el cuerpo se ha relacionado ampliamente con problemas de salud como cáncer, enfermedades del sistema inmune y de manera muy importante problemas neurológicos como el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas y del neurodesarrollo como las enfermedades del espectro autista.
Tomado de: Metal Toxicity Links to Alzheimer’s Disease and Neuroinflammation.
El 96% de nuestro cuerpo está constituido mayoritariamente por átomos de oxígeno, carbono, hidrógeno y nitrógeno. En menor medida se encuentra también constituido por átomos de calcio, fósforo, selenio, potasio, sodio, cloro y magnesio entre otros. Estos últimos deben encontrarse en las proporciones y cantidades óptimas ya que un exceso o deficiencia ocasionan enfermedad.
Existen sin embargo átomos metálicos que no deberían estar en el cuerpo. Se trata de los metales pesados o no esenciales como arsénico, plomo, mercurio, aluminio y cadmio. Como se puede observar en la parte derecha de la gráfica cualquier cantidad de ellos por pequeña que sea ocasiona enfermedad e incluso puede llevar a la muerte.
Por qué son tan lesivos los metales pesados
Nuestros cuerpos producen continuamente unas partículas muy pequeñas llamadas radicales libres capaces de lesionar los tejidos y órganos ocasionando envejecimiento y enfermedades. Afortunadamente contamos con un sistema de protección que retrasa de manera eficiente el daño por los radicales libres. Ese sistema de protección se llama sistema antioxidante y está constituido por diferentes enzimas capaces de desactivar los radicales libres y hacerlos inocuos.
Un sistema antioxidante saludable nos protege del cáncer, las enfermedades vasculares como la hipertensión, la autoinmunidad, las enfermedades neurológicas, la fatiga y el envejecimiento prematuro. Un sistema antioxidante saludable es necesario para envejecer bien y mantener un ritmo adecuado de eliminación de toxinas
El problema es que los metales pesados desactivan de manera irreversible el sistema antioxidante, dejándote a merced de los radicales libres. Tu cuerpo se empieza a oxidar tal y como se oxida una manzana expuesta al oxígeno del aire después de cortarla, envejece más rápido y los órganos se agotan. El resultado es cansancio, fatiga, niebla mental y deterioro cognitivo, hipertensión arterial, enfermedades autoinmunes, cáncer entre muchas otras.
Donde se encuentran los metales pesados
- Mercurio: Contaminante global del ambiente. Principalmente en amalgamas dentales y pescados grandes como el atún.
- Arsénico: Principalmente en agua, pescado y arroz.
- Plomo: Contaminante global del ambiente. Principalmente en baterías, PVC, juguetes, vajillas, tuberías antiguas, pesticidas y cigarrillo.
- Cadmio: Principalmente en cigarrillo y tofu.
Como saber si tengo toxicidad por metales pesados y que puedo hacer
La presencia de síntomas como fatiga y cansancio, la acumulación de otras toxinas, cualquier síntoma neurológico incluyendo la pérdida de la memoria, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares, los problemas del sistema inmune, y el cáncer, deben ponerte en alerta sobre la posibilidad de acumulación de metales pesados en tu cuerpo.
La realización de exámenes de sangre o de orina en los laboratorios locales puede sugerir el diagnóstico cuando las concentraciones de los metales tóxicos en tu cuerpo están en un rango muy alto y la exposición es reciente. Sin embargo, en la mayoría de los casos éstos exámenes no logran detectar las cantidades moderadas y son insuficientes e inadecuados para encontrar los metales pesados en tu cuerpo.
Los exámenes de detección de metales pesados ofrecidos por los laboratorio locales utilizan tecnologías insuficientes o inadecuadas para detectar metales pesados en cantidades muy pequeñas.
Hasta hace poco los médicos funcionales han utilizado un test de quelación para detectar metales pesados. En este test el paciente recibe por vía oral o endovenosa una sustancia que permita la movilización de los metales pesados acumulados en el cuerpo, y posteriormente se toma una muestra de orina en el que se buscan los metales movilizados y eliminados. Éste test no es inocuo para el paciente ya que la movilización de las toxinas ocasionado por el quelante puede ser un riesgo extra para la salud en muchas situaciones.
Lo más novedoso en la detección de metales pesados
Recientemente la implementación de tecnologías de laboratorio muy modernas basadas en espectrometría de masa avanzada han permitido la detección de metales pesados a concentraciones muy pequeñas sin necesidad de exponer a los pacientes a los riesgo del test de quelación.
En Centro Eos contamos con pruebas de detección de metales pesados en sangre, pelo y orina que te permitirán tener un diagnóstico certero, y con los médicos funcionales entrenados en su correcta interpretación y el diseño de un plan de detoxificación personalizado.
La realización de exámenes de sangre o de orina en los laboratorios locales puede sugerir el diagnóstico cuando las concentraciones de los metales tóxicos en tu cuerpo están en un rango muy alto y la exposición es reciente. Sin embargo, en la mayoría de los casos éstos exámenes no logran detectar las cantidades moderadas y son insuficientes e inadecuados para encontrar los metales pesados en tu cuerpo.
Referencias
Walter J. Crinnion, Joseph E. Pizzorno, Clinical Environmental Medicine: Identification and Natural Treatment of Diseases Caused by Common Pollutants
Escrito por:
Sebastián Castrillón Restrepo
Médico funcional - Centro EOS,
Experto en terapias de detoxificación
Escrito por:
Sebastián Castrillón Restrepo
Médico funcional – Centro EOS,
Experto en terapias de detoxificación
