Hace unos años, debido a una etapa muy estresante en mi vida, empecé a desarrollar síntomas gastrointestinales, el famoso “síndrome de colon irritable”. Inicialmente pude encontrar alivio momentáneo pero nada contundente.

En mi búsqueda, encontré un médico funcional, actual amigo y colega, quién enfocó mi diagnóstico de una manera diferente y holística. Me empoderó a realizar diferentes cambios y poco a poco puede ver mejoría no solo de mis síntomas gastrointestinales sino de otros que no me había dado cuenta que tenía o que consideraba “normales”.

Esto me enamoró de la medicina funcional y me impulsó a estudiarla, profundizar en ella y a aplicarla en mi vida y en la de mis pacientes, ya que entendí que la mejor forma de enfocar una enfermedad es tratando desde la causa raíz, buscando las disfunciones fisiológicas y comprendiendo cuáles son esos factores que prolongan o perpetuán dicha enfermedad o síntoma.